La ventaja de este tipo de trípode es que es mucho más ligero que los caballetes que hay en el mercado (al menos en nuestro país) y por lo tanto pesa menos y se transporta mejor. Además, permite colocar el tablero en muy distintas inclinaciones, desde la posición horizontal plana, hasta la verticalidad total, lo cual es muy importante en la acuarela.
1.- Para preparar el tablero sobre el que pintar, se coge una plancha de contrachapado de un tamaño proporcionado y se le atornilla una moldura en el borde de uno de los lados largos, para que sirva de sujeción al bloc sobre el que se va a pintar.
(Esta moldura no es necesaria si se va a pintar únicamente sobre una hoja de papel, que se puede sujetar con pinzas o cinta adhesiva)
2.- Por la parte de atrás de la plancha, un poco más abajo de la mitad, se le atornilla un listón
que vaya casi de lado a lado y justo en el centro del mismo se hace un pequeño
agujero, en el que se colocará una rosca de tuerca (a la que se enroscará la tuerca del trípode).
3.- En el trípode que estamos comentando, existe una pieza cuadrada de plástico negro, que es donde se inserta la tuerca que sujeta la cámara. Por tanto, atornillamos esta pieza a la rosca de tuerca que hemos colocado en la plancha de contrachapado.
4.- Insertamos la pieza cuadrada de manera que encaje en la otra pieza que tiene el trípode.
(Si esta pieza no existiera, se atornillaría directamente el tornillo del trípode a la rosca de tuerca que hemos incrustado en la plancha de contrachapado)
5. Así, podemos situar el tablero con el mando del trípode, que permite colocarlo, tanto en horizontal como vertical, así como en distintos grados de inclinación.
6. Ya tenemos un caballete de campo, muy ligero, versátil y cómodo de llevar cuando salimos a pintar en exteriores.
gracias Dolores por este blog, lo sigo y me alegra, un saludo
ResponderEliminarGracias, José por tu comentario. Siempre me gusta saber que las entradas del blog os resultan interesantes.
EliminarMuy interesante y practico
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