lunes, 22 de octubre de 2012

GAUGIN EN EL THYSSEN




Con el fin de celebrar el vigésimo aniversario de su existencia, el Museo Thyssen caba de inaugurar una exposición titulada “Gaugin y el viaje a lo exótico”.
La exposición propone una reflexión sobre lo que constituyó la experiencia del viaje a países exóticos para una serie de artistas de finales del siglo XIX y principios del XX, a los que la búsqueda de  inspiración en tierras lejanas, donde lo exótico y primitivo tenía su rigen y razón de ser, les llevó a adoptar nuevas formas de expresión artística que serían decisivas en la evolución de la pintura moderna.
Para ello, se presenta la figura de Gaugin como representante más destacado de ese viaje, en su búsqueda del primitivismo a través del exotismo. No obstante, la muestra ofrece no sólo algunas de las obras de Gaugin pintadas en su estancia en la Polinesia francesa y Tahití, sino las de muchos otros pintores coetáneos, anteriores y posteriores, con los que coincidió en esa búsqueda.
Algunos, como Kirchner, Heckel o Derain estudiaron el arte primitivo en los museos etnográficos; otros, como Nolde o Pechstein, viajaron a tierras lejanas; y finalmente, otros, como Macke, Klee o Kandisnky, eligieron Túnez para su búsqueda de una luz diferente.
Desde mi punto de vista, si bien su título parece indicar que versa únicamente sobre Gaugin, lo mejor de esta exposición es que proporciona un interesantísimo recorrido de influencias y coincidencias entre diferentes pintores de esta fascinante época de las vanguardias, hasta dejarnos a las puertas de la abstracción.
En primer lugar, la exposición hace justicia a la figura de Delacroix, que exploró ampliamente el mundo de lo exótico en sus viajes al norte de Africa. A continuación, se exhibe la obra de Gaugin en relación con los fauves franceses (Matisse, Derain,…),con los orfistas Robert y Sonia Delaunay, con los expresionistas alemanes (Klee, Marc, Macke, Nolde, Pechstein,…), hasta llegar a Kandinsky, representado por  una Improvisación del año 1909, curiosamente muy cercana en color y composición a los cuadros de Gaugin.
La exposición termina con los papeles recortados de Matisse, como resultado de su estancia en la Polinesia francesa en 1930, donde coincidió con Murnau que estaba rodando la película Tabú, también presente en la muestra.


  Paul Gaugin: Mata Mua (Érase una vez), 1892 

 
Paul Gaugin: Matamoe (Muerte. Paisaje con pavos reales),1892


 

Wassily Kandinsky: Improvisación 6 (Africano). 1909

 
Henri Matisse: El esquimal. 1947 

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