En esta “Clase de Danza” de Degas podemos admirar la maestría con la que nos hace pasear la mirada por todo el cuadro, para ir examinando cada parte de la composición sin que nos demos cuenta.
Existen muchas formas más o menos complejas de estudiar la composición en cualquier obra artística. Su simple enumeración sería inabarcable para la finalidad de estas líneas, que únicamente pretenden hacer llegar a otras personas algunas de las cuestiones que se me han planteado como acuarelista.
Por ejemplo, si estáis interesados en el tema de la composición, en esta dirección de Internet podréis encontrar unas nociones básicas:
iessemtob.centros.educa.jcyl.es/.../LA_COMPOSICION_EN_EL_ARTE.doc
Con independencia de ello, sin pretender una exposición sistemática, me voy a limitar a esbozar algunas de las ideas que he extraído fundamentalmente de la observación de la obra de otros artistas a los que admiro y de mi propia experiencia.
Por ejemplo, si estáis interesados en el tema de la composición, en esta dirección de Internet podréis encontrar unas nociones básicas:
iessemtob.centros.educa.jcyl.es/.../LA_COMPOSICION_EN_EL_ARTE.doc
Con independencia de ello, sin pretender una exposición sistemática, me voy a limitar a esbozar algunas de las ideas que he extraído fundamentalmente de la observación de la obra de otros artistas a los que admiro y de mi propia experiencia.
1. Ideas preliminares
a) Una primera sugerencia es que, ya sea que copiemos una fotografía o hagamos una acuarela del natural, es fundamental dedicar previamente un cierto tiempo (que a veces es mayor que el que tardamos en pintar la acuarela) a estudiar los valores y la composición.
b) También hay que tener muy claro que no se trata de copiar literalmente la escena que nos proporciona la realidad, sino de crear un nuevo escenario, nuestra pintura, en el que todo funcione lo mejor posible dentro de sus propios límites, con independencia del motivo que nos ha proporcionado la inspiración. Y para ello que hay que tener algunas ideas previas, que es lo que los acuarelistas avanzados ponen en práctica cada vez que se ponen a pintar.
c) Así, para entender estos principios tan simples, pero que tardan tanto en ser asimilados por nuestro cerebro, hay que estudiar a los buenos acuarelistas, presentes y pasados, para lo cual la web nos sirve de instrumento utilísimo.
Conviene explorar You Tube y buscar demos de acuarela, que hay muchas y muy interesantes, algunas de pintores conocidos que utilizan este medio para dar publicidad a sus vídeos de acuarela, con lo que podemos aprovechar para conocer, aunque sea parcialmente, sus enseñanzas. También visitar las páginas de arte en general, pintura y acuarela en particular, ya que la mayoría de los acaurelistas tienen su propia página web.
d) Conviene que la composición sea estudiada, porque, mientras más dinámica sea y permita el movimiento de la mirada del espectador a través de su superficie, más interés suscitará el cuadro y su estética será mayor, por lo que gustará más a quien lo pinta y a quien lo contempla.
2. Formato
La primera cuestión a plantearnos es el formato de la pintura que vamos a ejecutar, el formato horizontal o vertical, o incluso redondo, ancho o estrecho, grande o pequeño…, etc. Todas estas opciones están en manos del acuarelista que emprende su obra y como tendrán una innegable influencia en el resultado, conviene explorar las posibilidades artísticas de las distintas posibilidades.
3. Equilibrio
La segunda operación es estudiar la disposición de los distintos elementos en el plano pictórico.
La primera regla a seguir en este sentido es que nunca se debe colocar ningún elemento importante en el centro vertical ni en el centro horizontal de la composición, sino un poco desplazado del centro. Esta es una regla muy simple que también es válida, por ejemplo, en fotografía:
También hay que evitar por todos los medios la simetría en la composición.
Los elementos que se colocan en el centro o simétricamente, producen un efecto antiestético que hay que evitar a toda costa.
La composición equilibrada supone que a un elemento destacable en un lado, se contraponga otro, aunque menos importante, frente a él y que los distintos elementos estén dispuestos de manera armónica. Para conseguir este sentido de la armonía es sustancial ver mucha pintura, educar el gusto y estudiar a los maestros.
Por ejemplo, estudiar la composición de los bodegones de los pintores que nos gustan (Zurbarán, Cézanne, Morandi, etc...), nos ayudará a decidir cómo queremos que sean los nuestros.
Aquí Whistler, en este famoso retrato de su madre, logra el equilibrio con una sencilla y austera composición en L.
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