martes, 11 de mayo de 2010

PAPEL ONDULADO. 2

A veces ocurre, por no haber humedecido el papel antes de empezar a pintar o por cualquier otro motivo, sobre todo con los papeles gruesos, como son los de 300gr de Arches o Fabriano, que por haberse mojado de forma diferente las distintas zonas del dibujo, nos encontramos con que, una vez terminada la obra y seca la pintura, el papel queda ondulado y no liso.


La solución a este problema es relativamente sencilla.


















Hay que poner el papel sobre una superficie lisa y seca por el lado del revés, esto es, por donde no se ha pintado y está blanco, con la acuarela hacia abajo.

Con una paletina grande, se humedece el dorso del papel con agua limpia pasándola bien, primero en sentido horizontal y después en sentido vertical, con idea de que se humedezca uniformemente, pero que no rezume agua.

Se coloca el papel en vertical y se deja escurrir bien el agua durante unos minutos. Se limpian los
bordes suavemente y se coloca sobre una superficie seca, que puede ser otro papel de un tamaño más grande.
A continuación, se cubre el papel de acuarela con un papel secante y encima se pone un peso que cubra toda la superficie (pueden ser una serie de libros grandes y pesados), para que lo planche bien.
Dejarlo así bastante tiempo, dependiendo de la humedad ambiental, pero dejándolo en todo caso una noche entera si es posible, ya que se trata de que el papel seque por completo.












































Finalmente, cuando se libera el papel, habrá quedado tan liso como antes de pintarlo.

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